Ahora… me estoy preguntando quién es mi mejor-amigo-mejor.
Mis elecciones “esto sí-esto no” en el tiempo-que-pasa, me han
traído amistades de plenitud siempre nueva… de ratos amistosos “orgásmicos”.
Así que… creo que mi mejor-amigo-mejor… es esa queda
vocecita, ese susurro interior que
sugiere y direcciona… que me auspicia a soltar, a transitar las molestias del
apego-cuando-se-desapega, y las molestias al transitar lo nuevo-desconocido.
Y en amistad recíproca, como cualquier amistad que se precie
de tal, no está solamente el-darme de este amigo, sino también el darle-yo: el “alimento”
al darle crédito a lo que me “dice”, y el alimento de llevar a la acción lo que
le “escucho”.
En julio de hace dos décadas y pico, me expresé así de mi
amigo:
El Amigo
Siempre quise saber
que observaba cuando observo
que escuchaba cuando escucho
que olía cuando huelo
que tocaba cuando toco
que gustaba cuando gusto.
Ahora lo sé Amigo mío,
más no quepo en mí del asombro.
Te observaba a Ti,
a Ti escuchaba y olía,
a Ti yo tocaba y probaba.
Siempre a Ti, aunque no sabía.
Feliz Día del Amigo en el alma!
Feliz Día del Amigo en el alma!