viernes, 21 de octubre de 2016

Descubrimiento: Los dos amores en mí

Si siento falta de amor... o soledad... o incomprensión... ahora sé que esto nada tiene que ver con otro que no me ama o me deja sola o no me comprende... sino con mi "cabeza" que se siente así. Es mi... mi... mi... mi manera de sentir... la que está creando la sensación de falta de amor, soledad, incomprensión. Diosssss... qué alivio darme cuenta de que esas carencias nada tienen que ver con algo que le toca traerme a otro. Tienen que ver conmigo... y sólo conmigo. Y si no? Cómo es posible que yo... al observar-sin-juzgar el dolor que siento... hago desaparecer el dolor? Aunque nadie me traiga amor, compañía o comprensión... puedo sentirlos independientemente de alguien fuera de mí. Claro... me encanta y me llena estar con otros que me manifiestan su amor, su compañía y su comprensión. Pero cuando todo esto no está porque otro no me lo trae... puedo confundirme pensando que tiene que venir de otro... y si no viene de otro entonces no lo puedo tener. Y no. La cosa es que si no viene de mí... si no es un estado emocional portátil en mí... el amor se transforma en demanda, en necesidad... y pierde, en realidad, su condición de Amor-Libertad. Ambos amores existen en mí: el amor-necesidad y el Amor-Libertad. Y doy gracias cuando me doy cuenta de la diferencia y del poder (de atención dirigida y deliberada) que tengo sobre el amor-necesidad pesado y a veces tan oscuro... y así evocar al Amor-libertad liviano y luminoso. 


Que tengas un viernes tan diáfano adentro como está ahora el cielo diáfano afuera,
Elena